Toda acumulación, abundancia y exceso genera un déficit y se producen disfuncionalidades en los sistemas. La naturaleza, la sociedad, el ser humano son sistemas que buscan el equilibrio, cuando este se quiebra suelen aparecer problemas que los degradan, los dañan e, incluso, amenazan su supervivencia y sostenibilidad. La libido de la acumulación , que domina nuestra existencia, la está convirtiendo en deficitaria.