En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático y la degradación ambiental, la educación medioambiental se ha vuelto esencial. Las sequías prolongadas, las olas de calor, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de los océanos son solo algunas de las consecuencias del deterioro ambiental que estamos experimentando. Estas realidades subrayan la necesidad urgente de educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de proteger y preservar nuestro planeta. Introducir a los niños a la importancia de cuidar nuestro entorno desde una edad temprana no solo crea conciencia, sino que también fomenta hábitos sostenibles que perduran toda la vida.