En el tejido social contemporáneo, el voluntariado emerge como un pilar fundamental que sostiene la estructura de bienestar y solidaridad. Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos sido testigos de una tendencia preocupante: la mercantilización del voluntariado. Este fenómeno, que busca convertir la ayuda desinteresada en una mercancía sujeta a leyes de oferta y demanda, plantea interrogantes cruciales sobre la autenticidad y la integridad de la acción voluntaria. Sin embargo, también es cierto que, para tener un trabajo voluntario comprometido, serio y con un impacto real es necesario invertir.