En un mundo cada vez más globalizado, la migración laboral se ha convertido en una realidad innegable. Las personas que buscan oportunidades de trabajo en otros países a menudo se enfrentan a numerosas dificultades, habitualmente provocadas por las barreras lingüísticas y culturales a las que se ven obligadas a hacer frente. En España y particularmente en Huelva, el sector agrario genera una gran necesidad de mano de obra, la cual se cubre, en parte, por trabajadores migrantes internacionales que encuentran en las diferencias idiomáticas y en el choque cultural la mayor limitación para poder desarrollar en plenitud todos los aspectos de su vida laboral y personal.