España tiene más de 400.000 jóvenes de entre 16 y 29 años en total inactividad (es decir, ni estudian, ni trabajan, ni buscan empleo de forma activa). Las empresas no pueden permanecer impasibles. Son agentes esenciales para darle la vuelta a esta situación; el 24% de las compañías tiene dificultades para encontrar trabajadores con una determinada formación